Resumen:
El Senador Patricio Martínez expresó el posicionamiento del GPPRI sobre los 100 años del Ejército Mexicano.
El PRI respeta y reconoce las actividades del ejército mexicano a favor del país y de la sociedad mexicana.
Intervención del senador de la República por el Partido Revolucionario Institucional, Patricio Martínez García, para referirse a la conmemoración del Centenario del Ejército Mexicano, el 19 de febrero de 2013.
Con su permiso senador presidente;
Compañeras y compañeros senadores:
En la Sexagésima Segunda Legislatura del Senado de la República, el Grupo Parlamentario del PRI tiene el honor de conmemorar un aniversario más del Día del Ejército Mexicano, celebración que se lleva a cabo en esta fecha, como homenaje al Ejército Constitucionalista, que formó don Venustiano Carranza, en Coahuila, el 19 de febrero de 1913, para combatir y desconocer al usurpador Victoriano Huerta como jefe del Poder Ejecutivo.
El Ejército Constitucionalista, posteriormente, adoptó la denominación de Ejército Nacional y actualmente es el Ejército Mexicano.
El 19 de febrero de 1951 quedó instituido oficialmente como Día del Ejército Mexicano, en virtud del decreto emitido por el presidente Miguel Alemán Valdés, el 22 de marzo de 1950.
Hoy, desde esta Tribuna, los integrantes del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, festejamos con gran respeto este día tan significativo e importante para nuestro país.
Sin duda honramos a la institución, pero también a todas aquellas personas que día con día se desempeñan con notable profesionalismo al servicio de México, y a nuestros habitantes.
Hablar de tan representativa institución, es hablar de la grandeza de los hombres y mujeres de México, es hablar de una institución emblemática e histórica, pero al mismo tiempo es hablar de una institución llena de modernidad, que tuvo y sigue teniendo la virtud de adaptarse al contexto en que se encuentre, cumpliendo en todo momento con los objetivos bajo los cuales surgió.
El Ejército Mexicano tiene como principales misiones la de defender la integridad, independencia y soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior; auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país, y en caso de desastre prestar ayudar para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes, y la reconstrucción de las zonas afectadas.
El Grupo Parlamentario del PRI reconoce a quienes forman el Ejército Mexicano, a quienes le dan vida a tan importante institución, y por ello, les externamos nuestra admiración y respeto, pero sobre todo, nuestra sincera y profunda gratitud por la determinación mostrada en la defensa del Estado mexicano.
Es inevitable recordar las actuaciones épicas que a través de la historia ha tenido nuestro Ejército, acontecimientos que han sido determinantes en el desarrollo, organización y estructura de nuestro país.
Cómo olvidar a todos aquellos héroes que lucharon e hicieron posible un México de libertad e igualdad, un México soberano que cuenta con total autodeterminación.
Batallas como las suscitadas durante el movimiento de la Independencia, invasión norteamericana, intervención francesa, la Revolución Mexicana e incluso con el Escuadrón 201 y su participación en la Segunda Guerra Mundial, éstas por sí mismas guardan momentos invaluables y cruciales en la historia de nuestra nación.
Asimismo, en cada una de ellas surgieron nuevos héroes nacionales y patriotas que independientemente de su época, coincidían en el rechazo al sometimiento e injusticias sociales.
La dedicación, capacidad, eficacia y eficiencia en cada una de sus actuaciones, los tiene como la institución de mayor confianza, credibilidad y legitimidad entre las y los mexicanos.
Además de sus gestas heroicas en las que tradicionalmente se les asocia como un ente encargado del combate contra las fuerzas armadas del extranjero que atenten contra la soberanía nacional; también ha hecho frente a fuerzas nacionales que pretendían la imposición de regímenes o ideologías contrarias a la libertad de igualdad y que se traducían en inestabilidad y descontrol social.
Sin embargo, dentro del grupo del PRI, también estamos conscientes en que su actuación se circunscribe a otros ámbitos, específicamente nos referimos a su intervención y aportación en caso de catástrofes naturales.
En este sentido, elogiamos el auxilio que han brindado a la población en inundaciones, incendios y terremotos.
En tiempos recientes ha tenido que redoblar esfuerzos, y he aquí un punto importante que debemos meditar en este Senado, para defender el Estado de Derecho frente al crimen organizado, en estas tareas deben los integrantes del Ejército Mexicano atender siempre a los principios de pleno respeto a los derechos humanos en ejercicio de sus facultades, sin menoscabo de los resultados que deben obtener.
Compañeras y compañeros legisladores:
Los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI reiteramos nuestro respeto, admiración y agradecimiento a los hombres y mujeres que forman parte del Ejército Mexicano.
Se trata de personas que representan dignamente los valores y principios que desde su origen han caracterizado a esta noble y heroica institución.
Estamos seguros que como ha sido siempre, harán frente a cualquier peligro o adversidad del hombre o la naturaleza que amenace la seguridad, tranquilidad y paz social de este país.
Estamos seguros que sin importar lo complejo de la situación, lucharán por salvaguardar y garantizar la seguridad nacional, la seguridad de todos los mexicanos.
A propósito de esta circunstancia de los 100 años, traigo el recuerdo de bellos párrafos escritos por un gran soldado, general, revolucionario, literato, novelista, coahuilense, Francisco L. Urquizo, que nos describe claramente el origen de nuestro Ejército y lo que es la vivencia y la desesperación de aquellos soldados, no ajena a lo que hoy vivimos.
“Estábamos en guerra los pobres desamparados y hambrientos de los campos, contra otros pobres también desamparados y hambrientos, pero apergollados por una disciplina militar. La misma necesidad teníamos todos de justicia y en la desesperación de unos y de otros, peleábamos hasta matarnos con toda nuestra alma, para acabar de una vez no con los opresores de arriba, sino con nosotros mismos, acabar una vida que nunca había de ser mejor, para ver si era cierto que en el otro mundo se podía encontrar lo que aquí escaseaba para todos”. He aquí el origen trágico bellamente descrito por Francisco L. Urquizo.
Hago un reconocimiento en nombre de nuestra fracción, del PRI, a los 66 mil solados; 46 mil cabos; 30 mil sargentos; 13 mil sargentos primeros; cinco mil subtenientes; 14 mil tenientes; tres mil capitanes segundos; tres mil 600 capitanes primeros; tres mil 200 mayores; mil 530 tenientes coroneles; 731 coroneles; 278 generales brigadier; 166 generales de brigada; 30 generales de división; al alto mando, al general secretario; al mando supremo, desde reclutas hasta el mando supremo.
Quiero decirlo, a la tropa nueva y a la tropa vieja: a la tropa vieja que pasó a retiro y hoy espera que se le retribuyan los esfuerzos que hizo por la patria en filas; a la tropa nueva que requiere un gran esfuerzo nuestro, desde el Senado, para cambiar, transformar y superar a un Ejército que debe ser un Ejército fuerte, porque un país fuerte requiere un Ejército fuerte.
Es cuanto, señor presidente. Muchas gracias.