Intervención de la Senadora Blanca Alcalá Ruiz.
4 de Septiembre de 2012
Señoras y Señores Senadores:
Hoy iniciamos una nueva era en la vida parlamentaria de México y a todos nos tocará, en esta Legislatura, definir cómo queremos responderle a los ciudadanos que creyeron y confiaron en nosotros; y, lo más importante, decirle con hechos a la sociedad mexicana que somos capaces de hacer una política distinta.
Una política donde prevalezcan las coincidencias por encima de las diferencias, los acuerdos por encima de los desacuerdos, el ciudadano por encima de los partidos, y, en síntesis, la concordia por encima de la discordia.
La ciudadanía demanda de nosotros acciones comunes, trabajo y colaboración, pero sobre todo resultados.
Con esta convicción llega el Grupo Parlamentario del PRI a esta nueva legislatura.
Ha concluido en forma pacífica y ordenada el proceso electoral, que es referente de participación democrática, a través de la cual la ciudadanía eligió y decidió el futuro de México.
En los últimos años, México ha estado en marcha, sin embargo los avances son claramente insuficientes, de grandes rezagos, en torno a la calidad de vida de los mexicanos.
La desigualdad y la marginación social en la que viven más de 50 millones de mexicanos, nos ofende y lastima profundamente a todos.
Cada vez es mayor y más acentuado el desequilibrio en la distribución del ingreso, los altos niveles de inseguridad, condiciones todas ellas que no podemos seguir tolerando.
Actuemos para revertir esa realidad.
Es momento de asumir con madurez, civilidad y responsabilidad nuestra tarea, e iniciar un análisis objetivo y compartido de las reformas necesarias para detonar el crecimiento, desarrollo y empleo; con el fin de alcanzar una mejor calidad de vida, en un país que cuenta con todos los atributos naturales y humanos para que sus ciudadanos puedan vivir en una democracia participativa, con altos niveles de bienestar social y como una nación que tenga la capacidad de influir en las decisiones globales que marcarán el futuro de nuestro planeta.
Eso es lo que queremos alcanzar.
Por ello, al comenzar los trabajos del Senado de la República, de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión, nos corresponde ocuparnos para que los mexicanos logren tener más empleos productivos y mejor remunerados; para abatir la pobreza de los padres de familia cuyo ingreso es insuficiente; para que niños y jóvenes en quienes crece la desesperanza por falta de oportunidades, tengan a través de una educación de calidad la posibilidad de salir adelante.
Trabajemos para que la democracia sea hoy una democracia con adjetivos, una democracia de calidad que se consolide como un sistema plenamente aceptado por todos.