Intervención del Sen. Raúl Pozos Lanz, durante el dictamen a discusión respecto a la Ley General del Servicio Profesional Docente, el martes 03 de septiembre de 2013.
A nombre del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional vengo a decirles que respaldamos este dictamen de la Ley del Servicio Profesional Docente, porque estamos convencidos que la visión de futuro, que la visión nacionalista, que el presidente Enrique Peña Nieto tiene, y sobre todo por su convicción de que la educación y la educación de calidad, va a ocupar un papel fundamental en el desarrollo y en el futuro de este país.
Desde luego que esta Ley, como las otras dos leyes secundarias, habrán de ser una herramienta muy importante para esta gran y noble tarea que tenemos todos.
No hay trabajo, no hay actividad más noble a la que pueda dedicarse el ser humano; no hay actividad más honrosa que la de ser maestra o maestro en México. Su carácter social, su espíritu nacionalista, su papel de liderazgo en las comunidades, la hacen la tarea más noble a la que puede dedicarse un mexicano o una mexicana.
Las maestras y los maestros de México, a lo largo de muchos años en la historia de este país, han dado muestras sobradas de responsabilidad y compromiso con México; han dado muestras sobradas de que cuando hay convicción, de que las niñas y los niños que nos esperan en las aulas, de que los jóvenes nos esperan en las aulas, esa tarea se convierte en la piedra angular del México, de la esperanza, del México nuevo que todos queremos.
Hace 15 días decía que me sentía muy orgulloso de la educación pública en México; que me sentía muy orgullo de que había tenido la oportunidad de que mi formación había sido en escuelas públicas.
Ahora les vengo a decir que también me siento orgulloso de las maestras y de los maestros, y tengo una razón simple y sencilla, pero profunda: mi padre, mis hermanas, mis tíos, mi familia toda se dedica al magisterio, y ello me enorgullece, como enorgullece a millones de mexicanos también.
Estamos convencidos de que la evaluación es una gran oportunidad y no una carga; de hecho, los maestros han estado sometidos a evaluaciones durante mucho tiempo, lo han hecho convencidos de que sea el punto a través del cual podemos iniciar el tránsito para la capacitación y la profesionalización.
Que además debe ser esta la gran tarea y el gran reto que tengamos todos, saber cómo estamos para saber qué necesitamos para tener la educación de calidad que todos queremos en este país y que hoy es un derecho constitucional consagrado en nuestra Carta Magna.
La igualdad, la equidad, son las condiciones básicas que procura esta Ley; el ingreso, la promoción, la permanencia y el reconocimiento están signados y estarán signados por procesos igualitarios de certeza y de confianza.
No confundamos, no insistamos en generar caos de la desinformación. Todos los trabajadores de la educación, amigas y amigos, estarán protegidos bajo todos los derechos constitucionales que establece el 123 en su Apartado B, esto es, las maestras y los maestros que estén en el servicio no van a perder su empleo.
Esta Ley no es punitiva, menos inquisitoria. Al contrario, habrá de dar oportunidad a que haya un reconocimiento al desarrollo profesional.
Maestros, directivos, cuadros supervisores, todos tendrán las mismas oportunidades y tendrán las mismas herramientas.
También seamos claros, no van a perder su carrera magisterial; no van a perder los derechos que de ella y de su esfuerzo por superarse y por demostrar su desempeño académico han logrado a través de muchos años.
Desde esta Tribuna, el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, en un acto de justicia y de compromiso, hacemos un amplio reconocimiento a la actitud seria, responsable, consecuente de quienes hoy están agremiados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Compañeras senadoras y senadores, votemos por este dictamen que le dará a México el sitio brillante que le corresponde como nación. No olvidemos, amigas y amigos, que mientras las niñas, los niños y los jóvenes se preparan y estudian, la patria espera.
Muchas gracias.