Sen. María Cristina Díaz Salazar (08-05-13)

Intervención de la Sen. María Cristina Díaz Salazar, para referirse a la iniciativa con proyecto de decreto por la que se reforman y adicional diversas disposiciones de la Ley General de Salud, relativo a la reproducción humana médicamente asistida, durante los trabajos de la Comisión Permanente, el miércoles 08 de mayo de 2013.

 

Gracias señor presidente:

 

Esta iniciativa con proyecto de decreto es para el control sanitario de los establecimientos, donde se practica la reproducción humana médicamente asistida.

 

El desarrollo de la ciencia y de las tecnologías han creado además de muchas ventajas, incertidumbres y miedo sobre su aplicación, por lo cual es necesario establecer un marco jurídico en materia de reproducción humana asistida, desde el respeto a los derechos humanos.

 

Sobre la problemática de salud, es propio mencionar  que  la infertilidad es un problema de índole mundial, en el contexto de la salud y particularmente en la biología de la reproducción humana.

 

La infertilidad se define como un padecimiento asintomático, diagnosticado cuando no se ha logrado concebir un hijo de manera natural, por lo menos durante un año, y la Organización Mundial de la Salud define la infertilidad como una enfermedad con derecho a ser tratada, y sostiene que en más del 90 por ciento de los casos que se presentan existe solución a través de tratamientos médicos.

 

Según diversos expertos en México, operan 80 centros, de los cuales sólo 30 están registrados en la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida, esto es una institución científica y educacional, que reúne más del 90 por ciento de los centros que realizan técnicas de reproducción asistida en Latinoamérica. Lo que hace muy grave que solamente 30 tengan control sanitario.

 

Desde hace más de dos décadas, las técnicas de reproducción humana asistida se han venido implementando tanto en instituciones privadas como públicas; sin embargo, éstas no cuentan con un marco legal que las regule.

 

Las  técnicas de reproducción medicamente asistida pretenden ayudar a sustituir en parte una función generativa deteriorada o inexistente, y al tratarse de una tecnología,  aparecen de modo inmediato procesos de manipulación sobre la realidad biológica de la procreación humana, y además ya no interviene de modo exclusivo la pareja en la generación de un nuevo ser humano.

 

En este sentido, y por ser una técnica que debe quedar bajo la vigilancia de la Secretaría de Salud federal, es un deber insoslayable brindarle las bases a dicha institución para que regule todas las técnicas de reproducción humana asistida y controle los establecimientos que las realicen, bajo los estándares internacionales en la materia y respetando en todo momento los derechos humanos.

 

Según cifras que reporta el INEGI, en México existen un millón y medio de parejas que padecen infertilidad o esterilidad. En ningún momento se debe perder de vista que siempre se reciban servicios adecuados de atención de la salud, que permitan los embarazos y los partos sin riesgos y den a las parejas las máximas posibilidades de tener hijos sanos.

 

Por lo anteriormente expuesto, se vive en nuestro país un alto riesgo de que las parejas sean víctimas de engaño y sometidas a procedimientos inseguros,  ya que prevalece la duda sobre la calidad de las clínicas de reproducción asistida existentes, la mayoría de la cuales, primero, carecen de certificación de sus procesos, y segundo, no están cumpliendo con los estándares de calidad adecuados y certificación.

 

Creo que es un tema sumamente delicado, porque estamos hablando de vida, y por supuesto de la esperanza de muchas parejas, y todos estos establecimientos deben estar regulados por la Secretaría de Salud.

 

Es cuanto señor presidente.

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