Intervención de la Sen. Lucero Saldaña Pérez, para proponer Punto de Acuerdo para consolidar la gastronomía mexicana, el miércoles 24 de abril de 2013.
Muchas gracias señor presidente:
La gastronomía no solamente debe verse como un asunto cultural o desde el ámbito turístico. Debe fomentarse para el desarrollo y el crecimiento económico.
En el Senado de la República, desde el mes de septiembre pasado, recibimos a la Selección Mexicana, la abanderamos sobre gastronomía para concursar en Alemania y hemos tenido contacto con diversos grupos del sector privado y de la sociedad civil, para poder hoy presentarles una iniciativa y reformar la Ley de Turismo.
Hemos registrado también dos puntos de acuerdo turnados ya a comisiones, que tienen que ver con darle relevancia a la gastronomía de México, para el crecimiento y desarrollo económico.
El tema tiene que ver con datos fundamentales, el valor total estimado de la industria restaurantera al cierre del 2011, rebasa los 15 mil millones de dólares, esto es el 1.4 por ciento del PIB nacional y el 12.5 por ciento del PIB turístico.
El tema gastronómico impacta 84 ramas de la actividad económica. La industria restaurantera es la segunda mayor empleadora a nivel nacional y la primera en autoempleo, la mayoría de los comercios y restaurantes están integrados por pequeñas y medianas empresas.
Siete de cada 10 empleos en el sector turismo, son aportados por establecimientos restauranteros. Incluyendo actividades relacionadas, el total de personas ocupadas en establecimientos para la preparación de alimentos y bebidas, alcanza cuatro millones y medio.
Existen en el país 420 mil establecimientos dedicados a la preparación de los mismos. El 53.1 por ciento de la ocupación laboral son mujeres; 80 por ciento de ellas son madres solteras en la ocupación restaurantera, lo cual destaca el impacto social de este sector, que debe estar focalizado.
Es decir, la gastronomía genera eslabonamientos con otras industrias conexas, como el transporte de alimentos, la manufactura de utensilios y menaje, fabricación de sillas, mesas, manteles, pero también toda la cadena de producción que conlleva el tema de los alimentos.
Nuestro país fue reconocido por la UNESCO como patrimonio intangible de la humanidad en el tema gastronómico; sin embargo, vemos la necesidad de fortalecer desde el turismo, pero también desde la Secretaría de Economía, desde de Salud, Agricultura, Relaciones Exteriores, Educación, dado que hay un sinnúmero de escuelas de gastronomía en nuestro país, y se requiere tener la calidad en los servicios para tener una industria gastronómica a nivel mundial.
Tenemos vocación, y todos los sabemos, que los aspectos culinarios desde la Península de Baja California Norte, Sur, hasta la de Yucatán, encontramos innumerables clases de platillos, que nos distinguen como la cocina de México, en diferentes variedades, y en lo particular por zonas encontramos, por ejemplo, las codornices a la pastora de Aguascalientes; la jaibas rellenas, de Tampico; el pámpano a la campechana; el cerdo al estilo jabalí, de Coahuila; los langostinos adobados, de Colima; la sopa de tortilla, de Chihuahua; la gallina borracha, de Durango; las guajolotas, de Guanajuato; el pozole guerrerense; la barbacoa hidalguense; los mixiotes de carnero, de Tlaxcala; la birria, de Jalisco; los pambazos y chorizo verde, del Estado de México; las carnitas, de Michoacán, las migas, de Morelos; la machaca del norte, pero también de Monterrey, la carne tampiqueña, el pescado a la veracruzana; la sopa de lima, de Yucatán; el queso de tuna, de Zacatecas; las enchiladas mineras de Guanajuato; la sopa de aguacate, de Querétaro, en fin.
Ustedes puedes decirnos más de cada una de sus entidades y de moles, el coloradito, el amarillo o el negro de Oaxaca, qué decir del mole poblado y su majestad el chile en nogada. Pero también las bebidas, el café, el chocolate, el sotol, en fin, los postres.
Por toda esta variedad, por toda esta vocación que tenemos en México, requerimos que hoy hablemos de darle un impulso diferente, un enfoque que no solamente sea reconocerlo culturalmente, sino que se creen programas específicos de eslabonamiento, como, estoy proponiendo, el programa de sabores mágicos.
Así como está el Programa de Pueblos Mágicos, que ustedes conocen, que podamos tener los criterios en la propia Secretaría de Turismo, pero que vayan eslabonados con Economía, y con Relaciones Exteriores, Salud, Educación, Agricultura, de tal manera que fomentemos esta importante actividad para que puedan concursar las regiones en estos criterios, que puedan acceder como sabores mágicos, localidades con sabores mágicos que pueden ser municipios y delegaciones y que incentivemos el empleo, que incentivemos desde los mercados, desde donde están la rica comida de México, que podamos impulsar no solamente el turismo internacional, sino el mercado interno.
Démosle pues un nuevo enfoque a la gastronomía para el desarrollo económico. El sector privado ha estado muy participativo, de hecho en mayo va a haber un gran congreso, al que vienen los principales chef de varios países … América, y estamos trabajando en coordinación con la sociedad, pero el gobierno debe tener un enfoque económico sobre el tema gastronómico.
Este tema lo pusimos en la mesa del G-20 de los parlamentarios, y tanto Francia como México lo respaldan.
Legislemos entonces para que podamos incentivar una vocación muy nuestra, que sepa el mundo a qué sabe México.
Muchas gracias.