Sen. Eviel Pérez Magaña)07-08-13)

Intervención del Sen. Eviel Pérez Magaña, para referirse al Día Internacional de los Pueblos Indígenas, durante la Sesión de la Comisión Permanente, el miércoles 07 de agosto de 2013.

 

Gracias presidente:

Hace tan sólo 18 años, culturas milenarias y pueblos originarios, fueron motivo de una resolución de Asamblea General de las Naciones Unidas, que estableció el 9 de agosto como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.

Siendo partícipes del Siglo XIX, es necesario comprender que a más de 500 años de historia, del paso por las raíces prehispánicas, de la conquista, la colonización, la vida de los indígenas en el México independiente y el Siglo XX, han sido años de intensa lucha y debemos reconocer que lo que nuestro país necesita es no tener miedo, ese miedo a darle a nuestros pueblos originarios y comunidades indígenas lo que por tanto tiempo han luchado.

Tres años de política indigenista que calificaba la diversidad cultural y lingüística, como el problema indígena y que ya hemos superado.

Tenemos reformas constitucionales que representan un parteaguas en la relación Estado-pueblos indígenas.

En 1992 se reconoció en nuestro texto constitucional que México es una nación pluricultural, sustentada en su origen en los pueblos indígenas.

En 2001, tras circunstancias sociales surgidas en territorio chiapaneco, se plasmó en la misma Constitución el reconocimiento a los pueblos indígenas; dos años más tarde, tres leyes dieron cuenta del interés del gobierno y sociedad en regular esos derechos.

La Ley General de los Derechos Lingüísticos de los pueblos indígenas; la Ley de la Comisión Nacional de Desarrollo para los Pueblos Indígenas, y la Ley Federal para Prevenir y Eliminar su Discriminación.

De entonces a la fecha, surgen y se consolidan instituciones garantes de estos derechos y responsables de encauzar el derecho integral de los pueblos indígenas, como la CDI, el Inali, dependencias especializadas en la SEP, la cuarta visitaduría de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, entre otros.

Lo que fue seguido y algunas veces anticipado por un marco normativo que corresponde a las entidades federativas y los municipios.

Por otra parte, tenemos en la ejecución de la norma y la aplicación de políticas públicas pertinentes, la prueba de que son preferibles los hechos que cumplen con la Ley, a la Ley que ordena, pero no se cumple en los hechos.

El Plan Nacional de Gobierno 2013-2018, y el Pacto por México, representan el interés del gobierno y de las grandes fuerzas políticas del país, para combatir el ancestral rezago de nuestro desarrollo regional, esa invisible, pero muy evidente frontera entre los estados del norte y los estados de la región sur-sureste, en respeto, reconocimiento y compromiso lo que como herederos de una gran cultura milenaria debemos refrendar hacia ellos.

Sin duda, es el acceso a la educación, fomentando la educación bilingüe, la igualdad de oportunidades en condiciones desiguales, la igualdad de derechos en un entorno de no discriminación al indígena, el respeto a la equidad de género, sobre todo tratándose de la mujer indígena doblemente marginada, y el desarrollo integral y sustentable que respete la diversidad cultural, son grandes retos que exigen esfuerzo y unidad de voluntades.

Los tres niveles de gobierno, las fuerzas políticas, la sociedad civil organizada, los investigadores y académicos, debemos asumir la responsabilidad que tenemos en las manos.

Compañeras y compañeros senadores, analicemos el tema de los pueblos indígenas como una asignación pendiente, exigible ya por los convenios internacionales.

Coadyuvemos para que el diseño de políticas públicas cumpla con los objetivos contenidos en los preceptos constitucionales que reconocen sus derechos indígenas.

Coadyuvemos a que la asignación de recursos haga posible el logro de acciones de gobierno ya diseñadas.

Que esta Tribuna sea, tratándose de derechos indígenas, foro de expresión, foro de reflexión, foro de denuncias, si fuera así preciso.

Que dentro de la unidad nacional que nos convoca, el respeto a la diversidad cultural nos enaltezca.

Debemos voltear la mirada a los pueblos originarios y no solamente respetar y admirar sus costumbres y tradiciones. Debemos aprenderles en su organización la capacidad de resolver los problemas mediante el diálogo.

Este es el momento de evaluar para construir políticas públicas que nos permitan crecer como la nación pluricultural que somos.

Muchas gracias.

Ver Video