Sen. Enrique Burgos García (06-06-13)

Intervención del Sen. Enrique Burgos García, en la inauguración del foro “Iniciativa 6X60 hacia una agenda para la igualdad política”, el jueves 06 de junio de 2013.

 

Muchísimas gracias por la oportunidad, y me dirijo particularmente a mi compañera y amiga, la senadora Diva Gastélum, por la oportunidad de compartir este espléndido evento, de significado y profundidad.

Saludo con mucho respeto a este distinguidísimo presídium, a cada una y uno de los asistentes a esta reunión, en donde por supuesto hay presencias destacadas, importantes, de mujeres que han luchado por mucho tiempo con intensidad y con esmero y que nos da verdaderamente orgullo verlas y recibirlas actuantes y participativas.

En este foro y en esta iniciativa de 6 por 60, en la búsqueda de una agenda para la igualdad política, vale la pena hacer no solamente referencia al cúmulo de instituciones importantes que hoy nos distinguen con su presencia.

Esta mañana tiene que ser una referencia, diría obligada, para cobrar conciencia, para actualizar el pensamiento y para que recordemos que estos ejercicios no solamente son una expresión aislada, son una búsqueda de una reivindicación social y de una rectificación política en la historia de México y yo diría del mundo. Reivindicar lo social y rectificar en lo político.

Desde aquel ya lejano y remoto 5 de junio de 1953, cuando recordamos el reconocimiento de derecho del voto de la mujer, habría que hacer referencia a lo que le ha precedido, a lo que ha ocurrido.

Decía Heidegger, que el pasado existe y que el pasado está entre nosotros, y que solamente en esa síntesis de lo que ocurrió y de lo que ocurre, podrá haber certidumbre en la búsqueda de lo que queremos. Es lo que él llamaba el éxtasis del tiempo, y si el pasado existe, no es ocioso recordar lo que hicieron quienes han precedido por mucho tiempo la naturaleza de esta búsqueda.

En 1884, la Revista Violetas del Anáhuac, demandaba ya el sufragio femenino. En 1910, el Club Femenino Antireeleccionista, Las Hijas de Cuauhtémoc. En 1916, el Primer Congreso Feminista impulsado por el gobernador de Yucatán. También en 1916 en Chiapas, Tabasco y Yucatán, reconocimiento a la igualdad jurídica de la mujer en el ejercicio pleno del derecho al voto.

Pero también en el mundo, aquí en México, Elvia Carrillo Puerto; Clara Campoamor, en España; Eva Perón en Argentina; expresiones cimeras, Indira Gandhi; Golda Meir, en Israel; Margaret Thatcher, en Inglaterra; Benazir Bhutto, en Pakistán; en nuestro tiempo, Dilma Rousseff, en Brasil; Cristina Fernández, de Argentina; Laura Chinchilla, en Costa Rica; Ángela Merkel, en Alemania; Michelle Bachelet, en Chile; Cristina Lagarde, en el Fondo Monetario Internacional; Hilary Clinton, la secretaria de Estado; Violeta Chamorro, antes en Nicaragua.

Pero también en el pensamiento y en las artes, Frida Khalo o Gabriela Mistral, Premio Nobel de Literatura; Alondra de la Parra, contemporánea en la música.

El día de ayer, visitaba el Senado de la República, el presidente de la República Popular China, y a mí en lo particular, Diva, me llamó la atención que él hiciera una referencia a uno de nuestros grandes escritores, lo hace desde la Tribuna del Senado, el Presidente de China, se refiere a Alfonso Reyes, y dice, recordándolo: “la única manera de ser provechosamente nacional, consiste en ser generosamente universal”.

Por eso, el ejercicio, el esfuerzo y la tradición mexicana en esta lucha, también incorpora la lucha que en otros sitios del mundo se ha librado, porque la generosidad nacional también aspira a ser una lucha universal.

Al agradecer este empeño y este esfuerzo, que no se trata de hacer un cumplido a la presencia de ustedes, sino hacer un respetuoso reconocimiento a la intensidad, a la persistencia y a la reiterada lucha de ustedes por esta tarea que les corresponde genuina y legítimamente, como un derecho propio.

Decía Thomas Carlyle, cuando definía la historia de la humanidad: que ésta, la historia de la humanidad, no es sino la biografía de los grandes hombres. Habría que agregarle: y es también la biografía de las grandes mujeres.

Finalmente, la lucha política por el reconocimiento pleno a sus derechos, podría bien clasificarse o ubicarse como una especie de alegoría, cuyos comentarios son sus propios esfuerzos cincelados punto a punto, palmo a palmo, para construir un futuro digno para la mujer mexicana y la mujer universal.

Sean todas ustedes bienvenidas a este Senado de la República. Muchas gracias.

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