Intervención de la Sen. Ana Lilia Herrera Anzaldo, para referirse a la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman diversos artículos de la Ley General de Ciencia y Tecnología y de la Ley General de Educación, el jueves 14 de Marzo de 2013.
Gracias señor presidente;
Compañeras y compañeros:
Hoy en el Senado de la República tenemos la enorme oportunidad de abonar aquel viejo sueño de José Vasconcelos, de llevar las bibliotecas públicas hasta el último rincón del país, y diría, tenemos la posibilidad no sólo de abonar, tenemos la posibilidad de ir más allá mejorando la calidad de los contenidos.
Tenemos la firme convicción de entrarle a una reforma educativa, y dimos muestra ya, con la aprobación de reformas constitucionales en la materia.
En próximas fechas estaremos analizando la materia de telecomunicaciones, discutiremos la manera de fortalecer los derechos vinculados con la libertad de expresión e información, el establecimiento del derecho al acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, así como el acceso a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluida la banda ancha.
En este contexto es que vengo a hacerles a todos ustedes una invitación, propongámonos democratizar también el acceso al conocimiento científico.
¿A qué voy? En el año de 2011, según un estudio que realizó la UNAM y el Centro de Estudios Imanol Ordorika, por cada 10 investigaciones que se realizaron en universidades públicas, las privadas desarrollaron solamente una.
No me cabe duda que el conocimiento se potencializa cuando se comparte y cuando se puede acceder con libertad a la información.
Tenemos como ejemplo la construcción del mapa del genoma humano, que se pudo realizar en menor tiempo, a menor costo, gracias al acceso y la interoperabilidad de la información, y es el caso también del desarrollo de medicamentos y de estudios sobre padecimientos genéticos.
Existe una tendencia mundial a la que esta soberanía no puede cerrar los ojos, entre investigadores, instituciones y gobiernos para compartir el conocimiento científico, utilizando las ventajas tecnológicas que hoy nos ofrecen internet y por supuesto la digitalización de la información.
Hace apenas 20 días, el pasado 22 de febrero, la oficina de Políticas para la Ciencia y la Tecnología de Estados Unidos, emitió una serie de lineamientos para la publicación en formato de acceso abierto de todas sus investigaciones realizadas con recursos federales.
El gobierno de Estados Unidos invertirá 100 millones de dólares para que las instituciones académicas y de investigación garanticen el resguardo de los documentos y el acceso abierto a través de internet de todas sus investigaciones futuras.
Este es sin duda uno de los más recientes logros en el camino por garantizar el acceso abierto como un formato de divulgación científica.
Desde el año 2002, con la declaración de Budapest, por acceso abierto a los textos científicos, debe entenderse su disponibilidad gratuita en internet para que cualquier usuario la pueda leer, descargar, copiar, distribuir o imprimir, con la posibilidad de buscar o enlazar el texto completo del artículo.
El único límite claro está, a la reproducción y distribución de los artículos publicados, no puede ser otra que garantizar a los autores el control sobre la integridad de su trabajo y el derecho a ser acreditados y citados.
En 2004, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico a la que pertenece el Estado mexicano, emitió los lineamientos y los principios para que el acceso abierto para datos e investigaciones financiadas con recursos públicos pueda ser una realidad.
En dicho documento se establece la accesibilidad, la flexibilidad, la transparencia, la legalidad y por supuesto la protección intelectual, la sustentabilidad, la calidad e interoperabilidad como los principios rectores de las políticas de acceso abierto de todos los países miembros de la OCDE.
En este documento, se establecen todos lineamientos como principios rectores de los países miembros.
Reconozcamos pues que el progreso de la ciencia no depende sólo de nuevas tecnologías, sino también de la rapidez, de lo rápido que se adapten las políticas de investigación, las prácticas, los formatos, y por supuesto hasta los valores culturales de los países que deseen sumarse a la cooperación científica global.
Según el estudio de publicaciones de acceso abierto, publicado en 2012 por la comisión europea -tomen nota de este dato- México es el país con mayor dificultad para obtener fondos para la publicación científica de los 30 países evaluados.
Considero que es una obligación del Estado mexicano encontrar las herramientas para maximizar la divulgación de .. para permitir su libre consulta, su uso, y por supuesto su divulgación.
Con mucho orgullo puedo decirles que esta iniciativa ha sido incluso reconocida por la UNESCO.
Establecer el acceso abierto como la política de Estado en materia de divulgación de la ciencia, permitirá que el conocimiento que se produce en México y por los mexicanos, pueda contribuir al desarrollo científico global.
Las modificaciones jurídicas que hoy vengo a proponer a todos ustedes, son el cimiento legal para una nueva política de divulgación de la ciencia en nuestro país, para democratizar el acceso al conocimiento científico en el marco de las grandes reformas educativas y de telecomunicaciones que promueven hoy las diferentes fuerzas políticas y el Gobierno de la República.
¿Qué objetivos quiero proponer a ustedes con esta iniciativa para el acceso abierto como política de divulgación de la ciencia, como una nueva forma de democratizar el acceso al conocimiento?
Primero, señalar que es obligación del Estado mexicano utilizar las herramientas tecnológicas para la máxima divulgación de las publicaciones científicas, especialmente las que son financiadas con recursos públicos.
Definir jurídicamente, que no está regulado hoy en la legislación mexicana, el acceso abierto y los lineamientos de interoperabilidad con las que las instituciones obligadas deberán publicar y resguardar los textos científicos producidos en el futuro entre otros aspectos de esta iniciativa.
Quiero compañeras y compañeros senadores invitarlos a sumar esfuerzos. Democraticemos el acceso al conocimiento científico.
Sumemos al sueño de Vasconcelos la posibilidad de motivar una sana competencia, de incrementar el acceso a la educación igualando las oportunidades de los mexicanos para poder acceder al conocimiento científico de la manera más económica, de mayor calidad y con la máxima cobertura.
Para elaborar esta iniciativa quiero compartirles que me reuní con quienes pensé podrían tener alguna resistencia, los propios generadores del conocimiento.
Textualmente me dijeron, y creo que su respuesta es contundente: senadora, lo más que podemos perder es el anonimato en el que hoy se encuentra nuestro trabajo al que dedicamos no solamente mucho tiempo, sino convicción y una enorme pasión.
Pido su apoyo compañeras y compañeros señores, para esta iniciativa que no me cabe duda permitirá difundir el talento y la capacidad de los investigadores mexicanos dentro y fuera de nuestro país.
Potenciar el presupuesto público que se destina a esos trabajos, enhorabuena, y democratizar el acceso al conocimiento, que cada mexicano que desee acceder al conocimiento de calidad, no encuentre en su condición económica una limitación para alcanzarlo.
Hago entrega, señor presidente, hice algunas modificaciones a la iniciativa que había suscrito hace una semana. Entrego la propuesta con modificaciones.