12 de Septiembre de 2012

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REFORMA
Templo Mayor

NO ES por amarrar navajas, pero ya son varios los que andan inquietos por el próximo relevo en la Suprema Corte.

DE ACUERDO con la ley, al finalizar noviembre dejarán su cargo los ministros Guillermo Ortiz Mayagoitia y Sergio Aguirre Anguiano.

EN TEORÍA el nombramiento de sus sustitutos le corresponde a Felipe Calderón, aunque los que saben de etiqueta política dicen que no se vería nada bien que lo hiciera sin tomar en cuenta a Enrique Peña Nieto.

POR EL LADO de Los Pinos se sabe que la apuesta está en favor del actual procurador fiscal, Javier Laynez; aunque hay quienes insisten en apuntar al eterno suspirante Miguel Alessio Robles, consejero jurídico presidencial.

FALTA VER a quién quiere promover el Presidente electo, pues seguramente estará interesado en colocar ahí a personalidades con un perfil más próximo a él.

A ESTO hay que sumar la lista que muy probablemente la propia Suprema Corte elaborará con sus sugerencias de funcionarios judiciales de carrera que podrían sumarse al pleno, tal y como sucedió cuando se eligió a Jorge Pardo Rebolledo.

¡AH! Y por si fuera poco, por ahí dicen que los magistrados electorales María del Carmen Alanís, Salvador Olimpo Nava, Flavio Galván y Constancio Carrasco estarían más que felices vistiendo de toga.

LOS ALTOS JERARCAS del sindicalismo cetemista miran con sonrisa burlona la iniciativa de reforma laboral presentada por Felipe Calderón.

SEGÚN LO QUE se comenta en los pasillos jurásicos de la CTM, el Presidente envió la propuesta al Congreso... ¡para que se la rechazaran!

SEGÚN DICEN la reforma les parece muy de avanzada, pero no les gusta en tres pequeños puntos: no quieren que haya transparencia sobre las cuotas, les horroriza que se quiera democratizar la elección de dirigentes y no están dispuestos a aceptar cambios en el tema de las huelgas.

CASUALMENTE los priistas están perfilando en San Lázaro como presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social al diputado Carlos Aceves del Olmo... número dos de la CTM. ¿Así o más claro el mensaje?

SIGUEN las novedades en torno a la seguridad del Presidente electo.

CON Felipe Calderón los elementos del Estado Mayor Presidencial son muy escrupulosos de que en actos sociales, como comidas o cenas, nadie debe sentarse a espaldas del mandatario, de ahí que siempre ubican su mesa en las orillas o en una esquina.

SIN EMBARGO, ahora a Enrique Peña Nieto le permiten sentarse al centro para que se vea integrado a las reuniones.

¿CÓMO lo lograron? Fácil: en la mesa de atrás del próximo Jefe del Ejecutivo sólo se sientan... ¡sus guaruras!

Y A TODO ESTO, ¿dónde va a dar El Grito este año Felipe Calderón?

LA TRADICIÓN es que el Presidente saliente se despide encabezando la noche patria en la cuna de la Independencia: Dolores Hidalgo, Guanajuato.

SIN EMBARGO, esta vez algo raro pasó pues se habla de que Calderón podría dar El Grito en el mismísimo Zócalo capitalino.

PARA COLMO, en Los Pinos no dan señales -o no saben- pa' dónde se irá su jefe.